Investigación sobre papel de la dieta en la EM: uno de los aspectos relevantes sobre el futuro de la enfermedad para la revista Nature

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Investigación sobre papel de la dieta en la EM: uno de los aspectos relevantes sobre el futuro de la enfermedad para la revista Nature

La prestigiosa revista Nature, sin duda entre las revistas científicas de mayor repercusión mundial, ha publicado este mes un monográfico divulgativo dedicado a la Esclerosis Múltiple. La publicación recoge varios artículos sobre los aspectos más importantes de la enfermedad redactados para público no-técnico, entre otros los dedicados a nuevas pistas que han surgido del estudio de factores de riesgo de la enfermedad, avances y perspectivas en el tratamiento y las investigaciones actuales sobre el papel de la dieta en la enfermedad. Todo el monográfico es de libre acceso y se puede encontrar en este vínculo.

Uno de los primeros investigadores que se aproximaron al posible papel de la dieta en la Esclerosis Múltiple fue Roy Swank, tras observar como los habitantes del interior de Noruega, con una dieta rica en carne y patatas, tenían tasas de incidencia de EM mucho mayores que los de la costa, que seguían una dieta rica en pescado. Basándose en ello, Swank inició un estudio en 1949 que continuó en 144 participantes con EM durante décadas, en el que se reducían las grasas de la dieta, fundamentalmente carne y lácteos y se aumentaba el pescado. En el análisis de 1990 concluyó que aquellas personas con EM que siguieron una dieta pobre en grasas saturadas evolucionaban mejor que quienes no lo hicieron.

Sin embargo, una revisión de los estudios hasta la fecha, realizada en 2012 con criterios actuales de diagnóstico y de exigencia en los estudios clínicos, pretendió echar por tierra estos hallazgos, negando validez a los estudios de Swank. En esta revisión crítica no se incluyeron los estudios realizados sobre la vitamina D.

A pesar de esta falta de evidencia, muchas personas con la enfermedad, creen firmemente que los hábitos de estilo de vida y dietéticos junto con el tratamiento farmacológico, pueden ser factores clave para controlar la enfermedad. Desde la revisión de 2012, varios investigadores han iniciado estudios con diseños mas exigentes con resultados prometedores, como la sugerencia que son los ácidos grasos poliinsatuirados presentes en el aceite de pescado y no la vitamina D, los que pueden determinar el beneficio de la dietas ricas en estos alimentos. Otros estudios han demostrado el beneficio de la dieta libre de alimentos animales.

En la actualidad están en marcha estudios clínicos diseñados rigurosamente, como el que pretende comparar el impacto de una dieta paleolítica modificada rica en grasas frente a la dieta sugerida por Swank y el que analiza el posible impacto beneficioso de una dieta mediterránea rica en cereales integrales, fruta, pescado, frutos secos y aguacates. Sin duda estos estudios arrojaran luz, no solo con sus resultados, si no por ser estudios diseñados específicamente para valorar el impacto de tratamientos no-farmacológicos, por lo que constituyen una innovación en si mismos.

Gupta S. Diet: Changing the recipe. Nature  540, S13–S14 (30 November 2016)

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